En la actualidad, me dedico a armonizar aquellos desequilibrios que presentan las personas a nivel físico, químico, emocional y energético, consiguiendo con ello una mayor calidad de vida.
No protocolizo, cada persona es única, por tanto, entiendo que su trato ha de ser personalizado y exclusivo.
Regla del no dolor. La persona debe sufrir lo menos posible y siempre ha de irse mejor que vino.
Desde la honestidad más absoluta, si no puedo ayudarle con su problema, le derivaré a un profesional que si pueda hacerlo.
En ningún caso, y bajo ningún concepto, las disciplinas que enseño e imparto a los usuarios que así lo decidan, deben ser entendidas como un sustituto parcial o total de ningún tratamiento médico o farmacológico.
Si usted está enfermo acuda a su médico.